Tejiendo en cerámica

¡Hola compañeras tejedoras!, después de una triste y larga ausencia, pretendo reiniciar con nuevas creaciones y concluir algunos pendiente que están a medio hacer; es interesante como el realizar cualquier rama creativa sea esta literaria, artesanal, plástica de pintura o en fin cualquiera que se imaginen, nos lleva a encontrar la tranquilidad y paz interior; momentos relajantes donde es posible aquietar la mente y fortalecer el espíritu.

Pero reinicio esta etapa con una pieza de cerámica, por cierto lleva casi un año conmigo, esperando ser renovada y lo digo así porque cuando la compré era una linda gordita, pero con vestido de tirantes y muuuy cortito además de estar descalza, ¡se veía fatal! al menos para mí; la adquirí con el afán de cambiar su imagen y creo que lo logré.

Para comenzar cambié la forma de sus ojos, eran muy pequeños, rasgados y hundidos por lo cual lijé el lugar para borrar esos ojos y le pinté unos ojos grandes y expresivos; el vestido lo pinté en gris y la parte de abajo en gris obscuro, más largo sin llegar a la rodilla, pero no me agradó, así que decidí tejerlo, como pueden observar en las imágenes luce mucho mejor, con solapa haciendo juego con el final de la falda que es mucho más larga. Le coloqué una pulserita de perlas blancas y con pasta francesa (con la cual aún estoy practicando) le elaboré unas lindas zapatillas coloreadas con pintura de uña porque deja una textura muy brillante y a la primera pasada queda. 

Así que al final tenemos a toda una ejecutiva, lista para iniciar su jornada de trabajo y... ¡aaaadiúuu!